Meg de Romaña es la Presidenta del Museo de Arte Contemporáneo de Lima,
asesora de arte y además posee una carrera en Biología. Esta semana
visita Madrid para acudir al Congreso Iberoamericano que tendrá lugar
en el Museo Reina Sofía. Participa el 1 de junio en la jornada dedicada
a mujeres líderes iberoamericanas. Hablamos con ella sobre la mujer en
el mundo del arte y su carrera profesional desde el punto de vista
artístico y científico.
¿Qué cree que queda por hacer para que el papel de la mujer siga
adquiriendo importancia?
Mucho, mucho por hacer. Comenzando con que las artistas mujeres
mayoritariamente se venden por debajo de los artistas hombres,
cuando están a la par que ellos. Hay mujeres que están en galerías
internacionales de primer nivel de las ciudades más importantes del
mundo, como Londres o Nueva York, y sus precios son menores.
Lo mismo sucede en subastas y con artistas jóvenes.
No hay todavía una equidad. Pero creo que es cuestión de tiempo,
a la mujer le ha tomado más tiempo obtener derechos y en el mundo del
arte estamos atrasadas en ese paso. Muchas mujeres son extraordinarias
en su trabajo y el tiempo las pondrá donde merecen estar.
Usted es la primera mujer que ocupa la presidencia en el Museo de Arte
Contemporáneo de Lima. ¿Qué se siente al llegar a este puesto?
El MAC es un museo al que le tengo mucho cariño, siempre ha tenido un
lugar muy especial en mi corazón desde que se fundó. Fui benefactora,
creí en él, le vi mucho potencial y fui muy amiga de los dos anteriores
presidentes y seguí de cerca al museo. Como toda institución siempre
hay pros y contras, algún bache y sus buenos momentos, y estoy muy
contenta de seguir los pasos de mis predecesores.
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